INTRODUCCIÓN A FORMACIÓN CÍVICA Y CIUDADANA
Formación cívica y ética: definición de términos
En la
actualidad se reconoce que cada ciudadano y ciudadana
de una Nación lo es, también, de todo el mundo y tiene
responsabilidad no sólo con todos sus semejantes, los
demás individuos de la especie humana, sino también con
el planeta, con sus recursos y con todo lo que lo habita.
Por eso, lo que hoy se necesita es una formación cívica
y ética de la que es preciso definir los términos.
Formación
La educación
es algo más que una instrucción en hábitos y costumbres
o en leyes e instituciones. Es el principio mediante el
cual la comunidad humana conserva y trasmite sus características
físicas y espirituales. La educación es formativa
ya que se ocupa de manera integral de los valores,
actitudes, destrezas y costumbres, hábitos y prácticas
sociales, así como del conocimiento acerca de nosotros
mismos y los procesos y circunstancias que han intervenido
o que intervienen en el desarrollo de nuestra personalidad
y acción.
Cívica
La formación
cívica no es una propiedad individual sino un bien
colectivo. Es el camino que nos pone en contacto con
la comunidad (la más inmediata o la más lejana) para que
la entendamos, cuidemos, sirvamos y conservemos para los
que vengan después de nosotros, pues es patrimonio de
todos. Es cívica pues se refiere a la formación
y orientación que debemos dar y recibir para actuar como
ciudadanos y ciudadanas libres y responsables capaces
de vivir en una democracia y promover los valores
en que ésta se funda.
Ética
Para vivir
de manera libre y responsable con los demás deben desarrollarse
virtudes, comporta-mientos y prácticas morales de acuerdo
a valores como la honestidad, la honradez, austeridad,
amor a la verdad y libertad, tolerancia, respeto, justicia
y responsabilidad, entre otros.
Este crecimiento
personal así como el conocimiento, la conservación y el
mejoramiento de los bienes culturales sólo pueden
alcanzarse a partir del uso consciente e individual de
la razón. Por eso, la verdadera formación es siempre ética,
pues ayuda a comprender a cada hombre y cada mujer, uno
a uno y una a una, cuál es la imagen e idea, de lo qué
es o de lo qué puede ser para sí mismo o para sí misma
y para su comunidad, y las acciones que debe cumplir para
alcanzar esa idea. Es decir, le ayuda a saber cómo llegar
a ser un verdadero ser humano coherente con su historia
y contexto.
Las y
los jóvenes deben comprender que son parte de la humanidad.
Por tal motivo deben saber qué es el ser humano y qué
tipo de ser humano es cada uno y cada una. Pero, sobre
todo, necesita convencerse de que la vida de niñas y niños,
jóvenes, mujeres y hombres, de todas las naciones, pobres
o ricas, puede ser mejor —mucho mejor— de lo
que es hoy. Esto será más fácil de conseguir si cada uno
de nosotros sabe su historia, conoce los principios a
partir de los cuales se organiza su sociedad, entiende
qué es, qué quiere, a qué aspira, y qué es capaz de transformar
en su medio para hacer que su vida y la de los demás sea
mejor, más justa y más participativa.
Objetivo de la asignatura
Proporcionar
elementos conceptuales y de juicio para que los jóvenes
desarrollen la capacidad de análisis y discusión necesaria
para tomar decisiones personales y colectivas que contribuyan
al mejoramiento de su desempeño en la sociedad. Se busca
que los alumnos y las alumnas aprendan a considerar y
asumir su entorno social como un ambiente propicio para
el ejercicio de actitudes comunitarias y cívicas.
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